Sonrisa
Has sido y serás en cada ocasión el motor de mi vida. Odio cuando estás desgastándote, por lo que sin titubear te llevo con la velocidad de mil truenos a la bencinera donde con una pequeña gracia hago que vuelva tu celestial alegría, la cual me mantiene en desvelo por evitar que se marche.
Imaginarme sin ti, sería como si yo piense que las rocas son divertidas. Una idea que no puedo asimilar, sin importar los mil y un intentos que he ejecutado.
En mi representas lo que la luz al sol. Tanto así que con tu carencia también le faltaría la sangre a mi corazón y mi última obra sería la de expulsar un tsunami por mis ojos.
Siempre has sido bipolar a tal punto que es imposible hacerte pensar diferente. Puedes provocar en mí tanto la máxima felicidad como la peor tortura jamás hecha. Mi espera a tu llegada está envuelta en un estado de completo pavor, cuya recompensa es la más dulce o la más agraz.
Hay gente que le teme a las arañas, otros les temen a los perros, etc ¿A qué le temo yo? Simple, a que mis ojos no puedan verte más.
La más valiosa moneda te representa, pues eres el mejor vuelto que da la felicidad. Siempre la llevo conmigo y si no recibo mi cambio, créeme que la tristeza no me abandona por mucho tiempo, un periodo casi insufrible.
Es tanto lo que te necesito, que deduzco que todos te requieren también. Por ende, a cada persona intento darle una muestra de ti. Creo que soy malo, pues algunos reciben mejores o peores demostraciones, aunque los que se llevan la peor desgracia son a los que no te les presento.
No sabes cuanto deseo que todos, al momento del saludo, acepten que les de el mundo a cambio de ti, pues de nada sirve este si no está junto a ti.
Deja un comentario