He cogido un bolígrafo, me he puesto a escribir y solo repetía una y otra vez el mismo párrafo, cambiando siempre el segundo y último de este. Ahora escribo pulsando con dulzura y como si de un piano se tratara. Esa sinfonía que te gustaba como si de una danza se tratara y con miedo […]
corazón
Fe
Préstame tus ojos y alquílame tu corazón, para poder ver el mundo como lo ves y sentirlo como lo sientes. Y cuando me haya gustado, por favor, quítamelos. Quítamelos porque jamás querré volver a ser el mismo y odiaré ver el mundo como mi maleducada alma lo veía. T.R.M. Fe