Dios perdone mis pecados. Los hombres como yo no van al cielo. Tengo dos cadenas perpetuas colgándome del cuello y me pesan. Me miro en el espejo y lo que veo me repugna. Fugarse fue sencillo. No mirar atrás fue complejo. Enciendo la televisión del cuarto en el motel y veo mi rostro en un […]